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26 de septiembre de 2011

Proverbios de Viaje al Oeste (capítulos 21-30)

Continuo el listado de las mejores frases de Viaje al Oeste.
En esta ocasión he escogido las 14 mejores entre los capitulos 21 y 30.


Hsüan-Tsang, historia

El otro gran protagonista de esta historia es Hsüan-Tsang, el buscador de escrituras, también conocido como Tripitaka, el monje Tang, la Cigarra de Oro o El-que-flota-en-el-río, un monje budista que se presta voluntario para llevar a cabo la difícil tarea de viajar hacia el Oeste para obtener las escrituras sagradas de Buda por expreso deseo del Emperador de los Tang y la Bodhisattva Kwang-Ing.

Justo antes de nacer, la familia de Hsüan-Tsang sufre una horrible tragedia y su madre se ve obligada a abandonar su hijo en un río el mismo día de su nacimiento, pero por fortuna el niño acaba en un templo budista donde es criado como un monje desde sus primeros días, de ahí su inquebrantable fe. Ya como un hombre joven se reencuentra con su familia y su desgracia es justamente vengada. Años después su fe se ve recompensada al recibir la noble tarea de ir a buscar las escrituras sagradas, claro que, poco podía imaginarse de las penurias y problemas con los que se iba a encontrar en tan largo camino.


Los mejores dichos, proverbios y frases de Viaje al Oeste (capítulos 21-30)

Esta vez me ha sido realmente difícil escoger entre la gran cantidad de proverbios que hay en estos capítulos. Marco en negrita los que más me han gustado.
De nuevo El Rey de los Monos es una fuente inagotable de sabiduría, mientras que Tripitaka se centra principalmente en los dichos sobre el buen obrar.


-Como bien sabrás -replicó el Peregrino, soltando la carcajada-, existe un proverbio que dice: «El perdón debe mostrarse antes de levantar la mano». Me temo que la tuya es muy lenta y no podrá soportar siquiera un golpe de mi barra. (pag.490)

-Tenéis razón -admitió el Peregrino-. Como muy bien afirma el proverbio, «quien está cerca del cinabrio se tiñe de rojo y quien anda entre la tinta acaba manchándose de negro». Ese monstruo tiene que conocer bien estas aguas. (pag.512)

¿Qué te hace pensar que yo puedo cargar con nuestro maestro, cuando tú eres incapaz de hacerlo? Existe un proverbio que dice: «Intenta mover el monte Tai y descubrirás que es tan liviano como una semilla de mostaza. Trata, sin embargo, de llevar sobre tus espaldas a un mortal y verás que no puedes moverte del sitio». (pag.518)

Incluso si pudiéramos presentarnos ahora mismo ante Buda, estoy convencido de que no nos concedería lo que vamos a buscar, porque, como muy bien reza el adagio, «lo que se consigue con facilidad muy pronto cae en el olvido». (pag.518)

La vergüenza le corroía el alma. Sobre él tenemos un poema «tsu» que acompaña con la música del «Sin-Chiang-Yüe» y que dice:
La pasión carnal es un arma peligrosa. Quien vive por entero dedicado a ella termina presa de su acero. Todas las doncellas, a pesar de lo tierno de su edad, son más peligrosas que un yaksa. (pag.549)

-Si es verdad lo que dices -concluyó Tripitaka-, al menos podrán presentados sus disculpas, pues, como muy bien dice el proverbio, «la honradez vale más que dos mil monedas de oro». (pag.567)



-¿A qué viene remover el pasado? Como muy bien afirmaban los antiguos, «el hombre justo no tiene necesidad de recordar sus viejas culpas». Remitámonos, pues, al presente y dejemos en paz el tiempo muerto. (pag.606)

Cuando se hubieron marchado, Chen Yüa-Tse ordenó servir un banquete vegetariano, sellando a la conclusión del mismo un pacto de hermandad con el Peregrino. Con razón dice el proverbio que «para conocer bien a una persona es preciso haber luchado antes con ella». De esta forma, budistas y taoístas entraron a formar parte de una misma familia. (pag.611)

Con razón afirma el proverbio que «desde lejos no puede apreciarse la verdad y sólo se ve con claridad lo que se mira de cerca». La belleza de la muchacha era, en verdad, cautivadora: poseía una piel tan blanca como el hielo, bajo la que se adivinaban unos huesos tan consistentes como el jade. (pag.617)

Los que hemos renunciado a la familia debemos ser amables con la gente en todo momento y no abrigar pensamientos de destrucción y muerte. «Cuando barremos el suelo, debemos apartar las hormigas a un lado y poner pantallas a las lámparas para que las polillas no sufran daño alguno.» (pag.622)

-Cuando el Peregrino se encontraba entre nosotros, siempre satisfacía todos los deseos del maestro. Ahora me toca a mí hacer lo mismo, pero, como muy bien dice el proverbio, «uno sólo sabe el precio del arroz y la madera cuando se hace cargo de una casa; hasta que uno no cría a un niño, no se da cuenta de los sacrificios de sus padres». (pag.643)

-Vamos, que, como afirma el proverbio, «la comida acude por sí misma al plato, como las moscas que van a posarse a la cabeza de una serpiente». Id tras él y traédmele en seguida. (pag.647)

Por si esto fuera poco, como muy bien afirma el proverbio, «quien se encarga de comunicar una noticia no puede desentenderse después de ella». Pidámosle, por tanto, que se encargue él de dominar al monstruo y rescatar a la princesa. (pag.665)

-Como muy bien afirmaban los antiguos, «la consideración hacia los demás es, en realidad, consideración hacia uno mismo». Si no me hubiera mostrado amable con esa dama, seguro que no habrían ordenado desatarme. (pag.678)



Quien desee conocer la selección de mejores proverbios de los capítulos 31 a 40 deberá, por tanto, leer con atención el texto que se ofrece en la próxima entrada.


Proverbios de Viaje al Oeste (capítulos 1-10)
Proverbios de Viaje al Oeste (capítulos 11-20)
Proverbios de Viaje al Oeste (capítulos 21-30)
Proverbios de Viaje al Oeste (capítulos 31-40)
Proverbios de Viaje al Oeste (capítulos 41-50)
Proverbios de Viaje al Oeste (capítulos 51-60)
Proverbios de Viaje al Oeste (capítulos 61-70)
Proverbios de Viaje al Oeste (capítulos 71-80)
Proverbios de Viaje al Oeste (capítulos 81-90)
Proverbios de Viaje al Oeste (capítulos 91-100)

2 comentarios:

Jero-chan dijo...

Qué genial entrada ^o^

Los dos que me han gustado, tal vez porque son aplicables a mí o algo xD.

«uno sólo sabe el precio del arroz y la madera cuando se hace cargo de una casa; hasta que uno no cría a un niño, no se da cuenta de los sacrificios de sus padres»

y

«quien se encarga de comunicar una noticia no puede desentenderse después de ella»

¡Cuantísima razón!

DrPollit0 dijo...

Me alegro que te haya gustado :)
Estos 10 capítulos han sido una auténtica mina de frases curiosas, y los 10 siguientes prometen mantener el nivel :)